Un Alquimista del Siglo XIX 1843

Un Alquimista del Siglo XIX (titulo original Un Alchimiste au XIX siecle) (1843), es una breve biografía del Vizconde Henri de Ruolz (1808-1887). Compositor musical, de opera, y químico Francés contemporáneo de Dumas. Su edición original fue en París, por Dupont, en 1843. En el 2019 publicamos en español está obra junto con otras historias cortas no publicadas anteriormente en una compilación, el libro tiene como título Un alquimista en el siglo XIX y otros relatos en el enlace se encuentran otras obras editadas por este sitio web.

Un Alquimista del Siglo XIX Sinopsis

Dumas sin revelar el nombre de la persona de quien esta contando su vida, nos explica que su amigo es de ascendencia alemana perteneciente a la aristocracia. Desde muy joven estuvo inclinado a la música y a la química. Cuando era niño siempre le interesaba averiguar los misterios de los elementos.

Al crecer decide incursionar en la química y algo de alquimia, con un amigo alquila una habitación y practican sus experimentos químicos, pero no tienen ningún resultado. Cansados de tantos fracasos deciden dejar todo de lado, y disolver la sociedad, pasa un mes, y cuando regresan a su laboratorio para recuperar sus materiales, descubren que un residuo que habían dejado en los tubos se había transformado en algo muy parecido a un diamante.

Felices por el descubrimiento lo llevan a un joyero y este les dice que efectivamente es un diamante y ofrece comprarlo. Ambos no saben que parte de su investigación había generado ese diamante artificial, por lo que nuevamente se unen para investigar, pero pasan varios meses y no logran obtener ningún resultado. Finalmente se separan.

Nuestro químico decide entonces dedicarse a la música y viaja a Napoles en donde comienza a hacer sus composiciones y finalmente una opera. Con gran esfuerzo consigue que su opera sea presentada, pero pese al éxito que tiene, esto no se traduce en éxito económico, teniendo ahora menos dinero del que llego.

Regresa a París, sin dinero y preocupado por su futuro. Por lo que decide volver a la química, la casualidad hace que el hermano del que le brindaba los talleres para hacer sus experimentos químicos, trabajaba en joyería y le trae un adorno pequeño y delicado, unas florecillas de plata, diciéndole que se lograba encontrar un método de dorar la plata sin usar mercurio haría una gran fortuna. El mercurio era utilizado ampliamente para dorar plata, lo que a la vez era muy riesgoso para la salud de los obreros. 

Es entonces que comienza sus experimentos, usando sus propios cubiertos de plata, pero solo obtiene fracasos, hasta que un día, consigue lo impensable.